sábado, 23 de enero de 2010

Kaputt

Un torbellino de circunstancias que sin saber se han estado buscando

Varios caminos que convergen inesperadamente donde el común denominador es el sueño ya que cada partícula es de tan lejano espacio y lugar al menos para la simple visión del humano

Se han mantenido juntos unos con otros en ese lapso del camino, se han amado y se han querido matar pero nada es para siempre. Recuerda Roma como algún día se recordara América…

El punto fue cualquier día por la tarde, donde el amigo de andanza sabe en su inconsciente que debe tratar salir del triste hoyo del hartazgo en empatía con uno mismo, el timbre inesperado, el día como cualquier otro día en la ciudad, rápido sin espacio, masas de gente vociferando un millón de historias perdidas, gente que cada día se reproduce mas, gana volumen pero pierde espacio para lo vital , gente harta de su vida relativamente monótona, alienada por mil cuentos baratos, vendida entre galimatías de dinero poder y fama, el organismo ordenado y sistematizado del oprobio humano.

-NOS llamaron dos bolivianos para saber si te interesa ensayar??-, dijo la voz en el celular,

-Bolivianos? - -De donde mierda los sacaste???- Dije mientras el metro se detenía bajo el sol incesante y el olor desprendido por el embutido humano era delicioso, machacaba mi sentido del olfato con golpes cada vez más recalcitrantes, -que más da hagámoslo un jueves- dije por fin Uno trabaja en su circo propio y las consecuencias son inesperadas.

Así es como fue un primer encuentro, la puerta del cuarto de azotea VIO SALIR A DOS ENTES SERENOS… PEUQEÑOS Y SERENOS CON SEVERIDAD DIGNA DE DOSTOIEVSKI --- Que mas da quienes éramos todos en ese momento, lo importante era la casualidad de encontrarnos ahí suspendidos en la circunstancia del tiempo y del espacio, trinando ondas acústicas difuminadas en el aire de ese pequeño cuarto de azotea. Luego vinieron mas ensayos y la chispa creció y creció- se cuajo el sonido enfermo cada vez mas desesperado—y una tarde marchamos al mar en una camioneta rentada cruzando grandes extensiones de selva por carreteras ondeantes, dos días después el sonido vio por fin la luz publica en la serenidad de la noche del bar María, ahí empezó nuestro pequeño viaje.

El tiempo cambio la percepción, nos convertimos en un gran brazo sónico viviente, conformado por 7 partes cada una esencial y desechable, vinieron mas noches pegajosas de alcohol y juerga, no importaba nada mas que continuar por los caminos que brinda esta ciudad plagada de sombras y luz, luz de semáforos, luz de anuncios espectaculares, de edificios, de antros, de luminarias, de oficinas, de fabricas, de luna llena… Sombría luz. Caminando por calles llegabas al lugar donde seria nuestra siguiente explosión, que ahora ronda por la memoria de un lugar al sur del continente.